La parafina es una cera que, al aplicarla caliente sobre manos y/o pies, hace que la humedad de la piel suba a las capas superiores. Al ser un producto endurecido e impermeable, esa humedad no puede salir, por lo que ésta vuelve a la piel hidratando en profundidad cada una de las capas. Los beneficios son inmediatos y actúan tanto a nivel terapéutico como cosmético:
- Alivia el dolor gracias al ‘efecto calor’, que actúa como vasodilatador mejorando la circulación sanguínea de la zona.
- Aporta suavidad y elasticidad a la piel, ya que, al retener la humedad, hidrata y nutre en profundidad.
- Actúa como relajante gracias a los minerales y esencias incorporadas en las parafinas.
Olla de parafina NO INCLUYE ADAPTADOR
- Con los dedos abiertos, sumerge la mano en la parafina durante unos 3 segundos y sácala (ten cuidado de que en ningún momento toque el fondo o las paredes del contenedor). Repite este proceso unas tres o cuatro veces más, hasta que la mano quede cubierta con una capa gruesa.
- Envuélvela en una de las bolsas de plástico y repite el mismo proceso con la otra mano.
- Una vez tengas las dos manos con el plástico, cúbrelas con una toalla o guantes y mantenlas así durante unos 15 ó 20 minutos.
- Transcurrido el tiempo de espera, quita las manoplas y el plástico y empieza a retirar la parafina empujando con suavidad.
- Finaliza aplicando una loción hidratante con un ligero masaje.