La parafina es una cera que, al aplicarla caliente sobre manos y/o pies, hace que la humedad de la piel suba a las capas superiores. Al ser un producto endurecido e impermeable, esa humedad no puede salir, por lo que ésta vuelve a la piel hidratando en profundidad cada una de las capas. Los beneficios son inmediatos y actúan tanto a nivel terapéutico como cosmético:
Alivia el dolor gracias al ‘efecto calor’, que actúa como vasodilatador mejorando la circulación sanguínea de la zona.
Aporta suavidad y elasticidad a la piel, ya que, al retener la humedad, hidrata y nutre en profundidad.
Actúa como relajante gracias a los minerales y esencias incorporadas en las parafinas.